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Mostrando las entradas de 2012

Dándole significado a la navidad

Al escuchar la palabra Navidad, ¿en qué es lo primero que usted piensa? – Algunos dirán en   “Comida” (por eso se dice que diciembre es el mes donde se rompen las   dietas),   otros pensaran en   “descansar y salir de vacaciones”,   otros en   “Compras y más compras” (muebles, electrodomésticos, ropa nueva… ¡hasta dejar vacía la cartera!)   Y si les preguntásemos a los niños ellos dirán “Juguetes y regalos”…     ¿En eso consiste la navidad? ¿Es ese su   significado verdadero? – ¡Por supuesto que no!,   pero   ¿no es cierto que   el mundo nos hace que nos enfoquemos en esas cosas?- Así es, la mayoría de personas, aún nosotros los creyentes,   tendemos a pasar por alto el verdadero sentido de la navidad, nos enfocamos en cosas secundarias y dejamos de lado   ese gran acontecimiento que tuvo lugar allá en Belén hace más de 2000 años, cometemos el error de celebrar la navidad sin tomar en cuenta a su   protagonista. Es cierto que el Señor Jesús no nació un 25 de Diciembre, como

¿Es posible perder la salvación?

 Si usted ha sido un fiel asistente a nuestras reuniones de domingo por la mañana (y espero que ese sea su caso), recordará que nos hemos estado desmintiendo a la luz de la Biblia     algunas de las   ideas o mitos que muchos creyentes se   han formado acerca del tema de   la Salvación, aclaro que estos mitos no se encuentran en la Biblia (La Biblia es la   verdad de Dios,   absoluta e inerrable) sino que se han originado en la mente de muchos   creyentes debido   a errores de interpretación, al sacar de contexto   algunos pasajes de la Escritura.   Hasta este punto, hemos aprendido que el bautismo no es un requisito para ser salvo   (es un mandato para creyentes, no para inconversos), tampoco el hacer   buenas obras o vivir una vida moral, ni el congregarse regularmente en una iglesia Bíblica   o el intentar guardar los 10 mandamientos (algo que es imposible, Stgo 2:10). Bíblicamente   ¿Qué es lo único que una persona debe   hacer para ser salvo? – Creer en Jesucristo y en su sac

Tres tipos de hombres

¿Sabía usted que la Biblia enseña que Dios   clasifica a las personas? –Él no lo hace   basándose en   la raza, condición social, apariencia física o equipo de futbol del que sea seguidor   (como lo hacemos los seres humanos),   sino que lo hace   con respecto al tipo de relación que las personas tenemos con él. En la Biblia existen 2 tipos de personas: los hijos de Dios y los hijos del Diablo. ¿Qué se necesita para ser hecho hijo de Dios?   Creer en Jesús y en su sacrifico en la cruz (Juan 1:12), esto lo hemos estado enfatizando los domingos anteriores (y espero que haya quedado claro).   A parte de esa clasificación, el apóstol Pablo nos enseña que también existen   3 categorías o tipos de personas, las cuales   son importantes que usted como creyente sepa identificarlas   para poder comprender por qué muchos se comportan como lo hacen. Esta mañana usted tendrá que identificarse con alguno de estos tipos de personas y deberá decidir a cuál de ellos quiere pertenecer.

Mitos sobre la Salvación

Comencemos definiendo ¿Qué es un mito?-Es una cosa inventada por una persona o un grupo, que circula como   verdad (se cree como verdad) pero que está basada meramente en la imaginación y no en la realidad. El día de hoy nos convertiremos en   cazadores de mitos para desmentir algunas ideas no bíblicas que circulan sobre el tema de la salvación y que muchos las ha tomado como verdad. Primero debemos dejar por sentado que: Toda la escritura enseña que somos salvos única y exclusivamente por creer   en Jesucristo, por poner toda nuestra confianza   en él y en su sacrificio en la cruz por nuestros pecados, y nada más .     Creer esta verdad por la fe, es lo único que el ser humano necesita para ser justificado delante de Dios (ser declarado justo)   y recibir la salvación eterna (Juan 3:16, 36, 6:47, Rom. 3:24, Ef.2:8-9, Gal. 2:16…)   ¿Cree usted esto? –Yo sí, porque ese es el evangelio enseñado en la Biblia. Muchos han tergiversado esta verdad y han adulterado el evangelio   ag

No es por ti, ni por lo que hagas… es solo la Gracia.

Hace algunas semanas estudiamos     Deuteronomio cap. 8 versos del   7-18   que nos hablaba de los peligros de la abundancia,   aprendimos que ante las bendiciones materiales, cuando experimentamos periodos   de abundancia,   el creyente tiene dos alternativas ¿recuerda? – La primera era reconocer que el autor de sus   bendiciones es Dios (respondiendo   con alabanza y gratitud hacia él, Dt. 8:10), y la segunda (lo que le sucede a la mayoría) es   que nuestro corazón se llene de orgullo y nos olvidemos que es Dios quien nos permite alcanzar y gozar de las bendiciones (Dt. 8:14,17).    Esta mañana continuaremos la historia y   meditaremos   en los primeros   versos del capítulo 9, al cual he titulado “No es por ti, ni   por lo que hagas, es por mi Gracia”.    -Comencemos Deuteronomio 9:1   1 Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; Note como   comienza este