Ir al contenido principal

Mitos sobre la Salvación


Comencemos definiendo ¿Qué es un mito?-Es una cosa inventada por una persona o un grupo, que circula como  verdad (se cree como verdad) pero que está basada meramente en la imaginación y no en la realidad. El día de hoy nos convertiremos en  cazadores de mitos para desmentir algunas ideas no bíblicas que circulan sobre el tema de la salvación y que muchos las ha tomado como verdad.

Primero debemos dejar por sentado que: Toda la escritura enseña que somos salvos única y exclusivamente por creer  en Jesucristo, por poner toda nuestra confianza  en él y en su sacrificio en la cruz por nuestros pecados, y nada más.   Creer esta verdad por la fe, es lo único que el ser humano necesita para ser justificado delante de Dios (ser declarado justo)  y recibir la salvación eterna (Juan 3:16, 36, 6:47, Rom. 3:24, Ef.2:8-9, Gal. 2:16…)  ¿Cree usted esto? –Yo sí, porque ese es el evangelio enseñado en la Biblia.
Muchos han tergiversado esta verdad y han adulterado el evangelio  agregando algo más a la Fe sola en Jesús y en su sacrificio sustitutorio como único requisito para la salvación.

El método o la fórmula de Dios,  definida en toda la Biblia para la salvación del ser humano es:
Salvación eterna = Creer en Jesús y en su sacrificio en la cruz por nuestros pecados + NADA.

Existen muchas personas, aún creyentes que piensan que para ser salvos hay que creer en Jesús, pero que adicionalmente se debe hacer o cumplir con algo más. Si usted por años ha pensado así, esta mañana permita que la palabra de Dios le  aclare el entendimiento en cuanto a este vital tema de la salvación (porque está en juego su futuro eterno).

Muy bien, desmintamos algunos de los principales mitos que se han inventado tocantes a la salvación:

1)      Soy salvo por creer en Jesús y bautizarme o congregarme en una iglesia Bíblica.
Nadie es salvo por congregarse o ser fiel a una iglesia, el congregarnos es un mandato para los creyentes que ya han sido salvados (Heb. 4:25) no un requisito para la salvación. Si usted tiene años de congregarse con nosotros pero nunca ha decidido poner toda su confianza en Cristo, de nada le sirve esto delante de Dios. Cuando usted muera, Dios le dirá : “Por cuanto eras fiel en congregarte en la Iglesia, dabas tus ofrendas y diezmos,  pero nunca  te decidiste a Creer en mi Hijo Jesús y en lo que hizo por ti, nunca te conocí, vete al castigo eterno”. –Ahí será el lloro y el crujir de dientes – Si usted  aún no ha creído en Jesús, hágalo hoy  ¿qué espera?

Otro  tema que muchos creyentes no han entendido todavía y ante cual han creado un mito,  es que son salvos por bautizarse -el Bautismo en agua no salva a nadie-.  Hace algunos días analizaba una encuesta que hicimos en la iglesia en la cual preguntábamos ¿qué debe hacer una persona para ser salva? Y un buen número de creyentes que llenaron esa encuesta contestaron: “Creer en Jesús + Bautizarse” –Si  usted piensa de esa manera, está confiando en una salvación por obras, la biblia enseña que para ser salvo una persona debe poner el 100% de fe, su confianza, en Jesucristo y en su muerte sustitutoria nada más.

-¿Le estoy diciendo que no se bautice?-¡de ninguna manera!, la biblia manda a “los creyentes a bautizarse”,  sólo le aclaro que eso no salva a nadie.

Aclaremos algunas cosas en cuanto al bautismo:

a)      El bautismo en agua es un testimonio público de nuestra fe en Jesús,  no el requisito para salvación. El que ya  ha creído es quien se Bautiza no el inconverso para ser salvo.

b)      Al comienzo de la Iglesia, una persona Creía en Jesús e inmediatamente se bautizaba (así funcionaban las cosas), no dejaban pasar mucho tiempo como algunos lo hacen hoy en día (hay hermanos/as que tienen 2 o más años de haber creído en Jesús  y aún no obedecen el mandato para creyentes del bautismo, si esa es su condición usted es un desobediente a palabra de Dios). Los primeros cristianos miraban el creer y bautizarse casi como un mismo evento, ellos  se bautizaban  al poco tiempo de haber creído, pero entendían que no era requisito para la salvación. Es el apóstol Pablo quien se va a encargar de definir bien la doctrina del bautismo y la salvación  en sus epístolas.

Lea la historia del carcelero de Filipos, Hechos 16:27-34:
27Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. 29El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.

c)       Si fuese necesario para salvación, el mismo Señor Jesús hubiese bautizado a sus seguidores, pero él no lo hizo. Juan 4:1-2  1Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan 2(aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),

d)      Pablo daba gracias a Dios  por haber bautizado a muy pocos de los Corintios.
 1 Cor. 1:14-17  14Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Si el bautismo salvara ¿podría Pablo dar gracias por haber bautizado a pocos de los corintios?- Obviamente que no.

e)      El ladrón en la cruz solamente creyó (sin bautizarse) y el Señor Jesús le prometió que estaría con él en el paraíso   Lucas 23:41-43  41Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. 42Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Analizando un pasaje conflictivo en cuanto al bautismo:
Marcos 16:16  16El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Como ya hemos explicado, los primeros cristianos “creían en Jesús” e inmediatamente se bautizaban, todo ocurría casi inmediatamente, pero fue Pablo quien dejó claro que el bautismo no es requisito para la salvación. Además,  el mismo pasaje nos dice que el que se condena no es el que no se bautiza, sino el que no cree –Entonces ¿cuál es el único requisito para ser salvo? Creer en Jesús y en su obra en la cruz, solamente (Aproximadamente 150 pasajes del NT enseñan que la salvación es sólo por la fe). 

2)      Soy salvo por creer en Jesús y  hacer buenas obras.  La mayoría de personas piensan y creen que al momento de morir Dios pondrá en una balanza las buenas y las malas obras realizadas mientras vivían y dependiendo cuál de ellas pese más así se decidirá a cual lugar irán,  al cielo si pesan más las buenas o al infierno si son más las malas -¿Conoce usted gente que piense así? (Quizás usted mismo pensaba antes así)  -Este es el mito más creído y enseñado por la mayoría de religiones en el mundo, principalmente por la religión tradicional de nuestro país, pero  ¿Enseña la biblia esto? ¿Qué dice la biblia en cuanto a intentar justificarnos delante de Dios por medio de las buenas obras o esfuerzos humanos? –Veamos algunos pasajes:

Efesios 2:8-9  8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe.

Versión Dios Habla Hoy:  8Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios. 9No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada;

Tito 3:5 (DHH) 5y, sin que nosotros hubiéramos hecho nada bueno, por pura misericordia nos salvó lavándonos y regenerándonos, y dándonos nueva vida por el Espíritu Santo.

Isaías 64:6 (DHH): Todos nosotros somos como un hombre impuro; todas nuestras buenas obras son como un trapo sucio; todos hemos caído como hojas marchitas, y nuestros crímenes nos arrastran como el viento.

¿Dónde entran las buenas obras en la vida del creyente? La Biblia dice que Dios nos ha salvado para buenas obras (no por buenas obras), las cuales Dios ha preparado de antemano para que anduviéramos en ellas (Efesios 2:10 “…Creados en Cristo Jesús para buenas obras”). Los creyentes debemos hacer buenas obras simplemente  porque ya somos salvos, las buenas obras son el resultado de nuestra salvación  y además es el deseo de Dios.

Muchos se basen en unos pocos pasajes mal interpretados de la biblia para respaldar su creencia en la salvación por obras, uno de esos pasajes es Santiago Cap.2 -Un hermano en el instituto bíblico nos cuenta que una señora católica cada vez que pasa enfrente de la casa donde ellos se reúnen a predicar, les dice: “hermanos engañados, lean Santiago cap. 2”- y es  ahí donde encuentra  el pasaje conflictivo que explicaremos a continuación.

Explicando un Pasaje conflictivo:
 Existe algunas  reglas de interpretación Bíblica que nos enseñan que todo pasaje debe ser interpretado a la luz de su contexto (lo que está antes y después)  y que cuando nos encontremos con pasajes “oscuros” o “difíciles de entender” debemos interpretarlos a la  luz  de otros más claros, o al final tomando como referencia toda la Biblia.  

Santiago 2:14-26  No está hablando de la Justificación delante de Dios (que ocurre únicamente por poner nuestra fe en Jesús), sino de la justificación delante de los hombres, lo cual es totalmente distinto. La pregunta que debemos plantearnos es: ¿Puede un creyente demostrar a otros  que es salvo sin hacer uso de las obras? –no es posible, ya que  las obras es lo único que el ser humano puede ver y evaluar, porque sólo  Dios ve el interior, el corazón del ser humano (1ero  Samuel 16:7).   

Observe el verso 23 el cual afirma que Abraham fue justificado delante de Dios únicamente por haber creído y no como mérito por sus buenas obras, aunque su fe se hizo manifiesta al ofrecer a su hijo Isaac. Al final, lo  que Santiago quiere transmitirnos es que cuando un creyente luego de ser salvado no hace buenas obras,  su fe es de poco provecho  para los demás (Stgo. 2:16), es muerta (Stgo. 2:26). La carta de Santiago no enseña que el ser humano puede obtener la salvación por algún mérito personal (si así fuera, ¿Por qué se molestaría Dios en enviar a su hijo a Morir por pecadores que pudieran salvarse a sí mismos por sus buenas obras?).  Para concluir este punto, si usted interpreta este pasaje a luz de toda la Biblia, estará obligado a concluir que la salvación es únicamente por la Fe en Cristo y nada más (Rom. 3:28).

3)      Soy salvo por creer en Jesús y guardar los 10 mandamientos.  Es increíble cuantas personas piensan que el guardar la ley, principalmente los 10 mandamientos, es el requisito indispensable para ser salvos, eso no es sino solo una evidencia de que desconocen lo que la biblia enseña. Si usted hace la pregunta ¿Qué debe hacer una persona para ser salva? Probablemente escuchará como respuesta “cumplir los 10 mandamientos o guardar la ley”

Definamos algunas cosas:

a)      En primer lugar el objetivo de la ley no es salvar, sino demostrarnos que Dios es Santo y que nosotros somos pecadores que necesitan un salvador, Jesucristo.

Romanos 3:20   ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado

Gálatas 3:19,24   19Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.

24De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.

Ahora, surge una pregunta ¿Cómo se salvaban las personas en el Antiguo Testamento, por guardar la ley? – ¡Absolutamente no!, he escuchado a algunos predicadores decir que en el AT la salvación era por cumplir la ley, pero eso no es cierto, el método de salvación de Dios siempre ha sido la fe en Jesucristo y en su sacrificio sustitutorio.  

Aunque Jesús no se había encarnado todavía (él es coeterno con el Padre), si usted recuerda,  bajo la ley toda persona que quería acercarse a Dios debía presentar como sacrificio un animal perfecto, sin defecto, el cual debía morir en lugar del pecador (Lev. 3:7-8)  pero el hecho de cumplir con este rito no los hacia justos delante de Dios, ellos eran justificados por creer que un día Dios enviaría a  un salvador (el mesías, el ungido), que como ese cordero inocente, sería muerto en su lugar, por eso San Juan dijo sobre Jesús: “He aquí el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” Juan 1:29

b)      La biblia afirma que si alguien quiere Justificarse por la ley, está  bajo maldición:
Gálatas 3:10-11  10Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. 11Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
c)       La Ley dice. “O cumples con todo o no cumples con nada”

¿Sabía usted que la ley consistía en alrededor de  613 mandamientos, no sólo en 10? Haga la cuenta en el pentateuco, ¡Es imposible guardar toda la ley! -Santiago nos dice que,  o guardas toda la ley o no guardas ningún mandamiento

Santiago 2:10 10Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.

Tomemos como ejemplo los 10 mandamientos, imagínese que cada uno es un eslabón de una cadena, ¿Confiaría usted en que lo elevaran en el aire sostenido de una cadena que tiene 9 eslabones buenos, pero uno de ellos quebrado o dañado? –de ninguna manera, así ocurre con la ley, o la cumple toda o no sirve de nada. –Es imposible salvarse por la ley, sólo es posible por Gracia.

Romanos 3:28  28Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley

Gálatas 2:16  16sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

Veamos el caso de Abraham, un hombre que vivió antes de la ley:

Romanos 4:1-5  1¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? 2Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. 3Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. 4Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 5mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.

¿Por qué fue justificado? –por la fe.

¿Quiere usted ser eternamente salvo? Ponga su fe en Jesús y en su obra en la cruz, eso es suficiente para salvarle eternamente.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

5 Consejos de Dios para sus Hijos Proverbios 3:1-8

El libro de los proverbios es considerado una recopilación de dichos o consejos que tienen el objetivo de aplicar la Sabiduría de Dios a situaciones prácticas   de la vida cotidiana. Es curioso que al momento de efectuar la división del libro, resultaran 31 capítulos (prácticamente uno para cada día del mes), lo que afirma el sentido práctico del Libro. – a propósito, ¿Cuántos de ustedes tienen el buen hábito de leer un proverbio al día? –espero que sí, y si no lo está haciendo, comience hoy a agregar a su lectura diaria el proverbio correspondiente a la fecha. Esta mañana quiero que meditemos en 5 consejos que Dios como nuestro padre desea que nosotros apliquemos a nuestra vida diaria, éstos se encuentran en los primeros versos del Capitulo 3:1-8 Ubiquémonos en el contexto del pasaje. Los proverbios desde el capítulo 1 al capítulo 7 son considerados instrucciones o consejos dados de un   padre hacia sus hijos, si pueden observar todos comienzan con frases como “hijo mío”, “oy

¿Cómo honrar a Dios con nuestros bienes?

A veces como creyentes cometemos el error de pensar  que  honrar a Dios  se limita exclusivamente a cosas espirituales como congregarnos, servir, tener un buen testimonio, evangelizar, tener nuestro tiempo devocional… es cierto que honramos a Dios participando de  todas esas cosas, pero la Biblia va más allá y  nos enseña que es posible honrar a Dios aún  con las cosas materiales, con nuestras posesiones  y dinero – ¿Desea saber cómo? Abra su Biblia en  libro de Proverbios, capítulo 3: Proverbios 3: 9-10    9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. ¿Es posible honrar a Dios aún con nuestros bienes materiales? –Si es posible, observe como inicia el proverbio “Honra a Jehová con tus bienes…”   La palabra “bienes” puede entenderse como riquezas, todos aquellos recursos o posesiones con los que una persona cuenta (casa, carro, bicicleta, electrodomésticos, muebles, sil

Personas o actitudes que no agradan a Dios: Ojos Altivos (Prov. 6: 16-19)

¿Qué es lo que a usted más le desagrada en una persona que quiere ser su amiga? Algunos dirán que sea chismosa, que sea mal educada, que hable malas palabras, que no tenga dinero, que sea mentirosa, otros dirán “que no se bañe y huela mal”, o que sea aburrida… y quizás algunos dirán – a mi lo que me puede caer mal es que sean presumidos. Pues bien, todos nosotros tenemos una lista de cosas o actitudes que nos hacen guardar la distancia con cierto tipo de personas, pero ¿se ha preguntado usted alguna vez si Dios tendrá una lista de cosas o actitudes que a él le desagraden? – Pues si, la Biblia menciona algunas cosas que como diríamos en buen salvadoreño “le caen mal a Dios”. Proverbios 6: 16-19 16 Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: 17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, 18 El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, 19 El testigo falso que habla mentiras, Y