Un error frecuente que todos cometemos es
pensar que los grandes personajes de la Biblia fueron perfectos, que nunca
cometieron errores. Los imaginamos como héroes de la fe, quienes nunca dudaron, no tuvieron temor y nunca le
fallaron a Dios ¿no es cierto? . Algunos de ellos sí fueron irreprensibles en “casi”
todo aspecto de sus vidas (como el caso de José, Génesis Caps. 37-50, Job,
Daniel, etc); pero la Biblia también nos cuenta que todos esos
grandes siervos de Dios estuvieron sujetos a las mismas tentaciones,
pruebas y dificultades que usted y yo experimentamos diariamente en nuestro
caminar cristiano. Esos grandes de la fe, también se equivocaron, dudaron,
tomaron malas decisiones (Salomón), renegaron de la voluntad de Dios (Jonás) y
le fallaron en diferentes formas y circunstancias… (No, la Biblia no oculta los
errores de los siervos de Dios) pero
¿qué los hizo a ellos diferentes? ¿Cómo es que a pesar de sus errores llegaron
a formar parte de los grandes personajes
de la Escritura?
-Esta tarde estudiaremos un episodio de la vida de un de uno de esos grandes hombres quien en una etapa de su vida le falló a Dios (y
creo que en más de una ocasión) pero que
a pesar de sus errores siempre estuvo dispuesto a volver a empezar.
¡Que Dios les bendiga!
Juan 13:36-38
36Le dijo Simón Pedro:
Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, no me puedes seguir
ahora; mas me seguirás después. 37Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no
te puedo seguir ahora? Mi vida pondré
por ti. 38Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? De
cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres
veces
Ubiquémonos en el contexto del pasaje, los
capítulos del 13 al 17 del evangelio de San Juan constituyen lo que se conoce como el Discurso del
Aposento Alto. El Señor Jesús se había retirado con sus discípulos a un
aposento alto en Jerusalén para celebrar
su última pascua. Nos encontramos entre
la noche y la madrugada en que él sería
arrestado. El Señor había lavado los pies de sus discípulos (v5), su aflicción
por lo que le habría de suceder era evidente (v21) , un amigo íntimo (el
traidor) ya había efectuado el trato para entregar a su maestro, ya solo era
cuestión de tiempo (v27) y Jesús acababa de decirle a sus discípulos que se
dirigía a un lugar al cual ellos aún no podían ir (v33).
I.
La Promesa
v37 37Le dijo Pedro:
Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi
vida pondré por ti.
Es aquí donde tiene lugar la promesa de
Pedro ¿qué le dice? -“Mi vida pondré por
ti” “Por ti estoy dispuesto a ir a la cárcel y si es necesario… hasta la muerte”
(Lc. 22:33), “Aunque todos se escandalicen o se avergüencen de ti, yo no lo
haré” (Mr. 14:29, Mt. 26:33).
¿Qué le parece la promesa de Pedro, sincera o
no? –Yo creo que Pedro si fue sincero en su promesa, él amaba al Señor y
deseaba serle fiel, en sus planes nunca
había contemplado fallarle a su amado maestro. Pero ¿qué le profetizó el Señor Jesús?
V38 38Jesús le
respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el
gallo, sin que me hayas negado tres veces
-Cuan a menudo todos nosotros nos llenamos la
boca de promesas y juramentos que pensamos vamos a poder cumplir; los
matrimonios se juran amor eterno,
fidelidad y entrega el uno por el otro, los hijos les prometen a sus padres que
este año se pondrán las pilas en la universidad o la escuela y que no volverán
a dejar ninguna materia, los empleados le juran a su jefe que nunca más
volverán a llegar tarde al trabajo con tal que no los despidan… y los
cristianos le prometemos al Señor que este nuevo año seremos diferentes, que
comenzaremos a congregarnos más, que le serviremos… y que nunca más volveremos
a cometer aquel pecado que ha estado enfriando nuestro comunión con él.
¿Es fácil prometer? – ¡si lo es, lo difícil
es cumplir! Pedro no prometió pensando
en fallar, sino en cumplir su promesa, igual que muchos de nosotros. Usted y yo
debemos reconocer que aunque nuestra
intención no debe ser fallarle al Señor (un verdadero cristiano nunca pensará
así), tarde o temprano de una u otra manera
lo haremos, algunos quizás públicamente otros en secreto… pero mientras
vivamos y estemos aquí en la tierra estaremos propensos a hacerlo (hasta que
seamos glorificados) ¿Por qué? –Porque somos pecadores, redimidos pero aún
pecadores.
II.
La Promesa Rota
Dirijámonos al Cap. 18 versos 15 y 16 (en
este momento el Señor Jesús ya ha sido arrestado):
15Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Y este
discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo
sacerdote; 16mas Pedro estaba fuera, a la puerta. Salió, pues, el
discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera, e hizo
entrar a Pedro.
a)
Primera Negación: 17Entonces la
criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este
hombre? Dijo él: No lo soy.
Es interesante notar que la
primera de negación de Pedro no fue delante de ninguna autoridad romana o
religiosa, sino ante una simple criada. Según Mateo, Pedro pretendió no saber
de qué era lo que la criada le preguntaba (Mt. 26:70), se hizo el desentendido,
fue una manera muy sutil de negar a su maestro.
b)
Segunda Negación: 25Estaba, pues,
Pedro en pie, calentándose. Y le dijeron: ¿No eres tú de sus discípulos? El negó, y dijo: No lo soy.
Según Mateo, esta segunda vez
Pedro jura que no conoce a Jesús (Mt 26:72), su negación va aumentando de manera
progresiva.
c) Tercera negación: 26Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a
quien Pedro había cortado la oreja, le dijo: ¿No te vi yo en el huerto con él?
27Negó Pedro otra vez; y en seguida cantó el gallo.
Mateo nos dice que esta tercera
vez Pedro no sólo juró que no conocía a Jesús sino que también comenzó a
maldecir delante de todos para que le creyeran (Mt 26:74)… y en seguida cantó
el gallo, tal y como Jesús se lo había asegurado.
¿Cuántos Pedros habremos aquí en
esta tarde? -Quizás ninguno de nosotros hemos
negado verbalmente a Jesús, pero sí lo hemos hecho con nuestros actos. ¿No es cierto que muchas veces nuestro testimonio
ante los vecinos y amigos niega sin
palabras que conocemos a Jesús? Las
personas hasta se quedan sorprendidas y dicen: ¿y que no se supone que es cristiano/a, por qué es que se comporta así? (espero que nnca hayan
dicho esto de usted). Negamos al Señor
cuando ofendemos y dañamos a otras
personas, aun a nuestros mismos hermanos en Cristo y luego nos ven el domingo
levantando las manos cantando y sirviendo al Señor… Aunque nuestros labios
no lo hagan, nuestros hechos les dicen a otros si conocemos o no a Jesús.
¿Qué sucedió la tercera vez que
Pedro negó a Jesús? – El gallo cantó. ¡Imagínese
si todos los creyentes tuviéramos un
gallo que nos cantara cada vez que le falláramos a Dios -cada reunión en la iglesia se escucharía
puro canto de gallos! - . Gracias a Dios
que no tenemos un gallo sino a alguien mejor, al Espíritu Santo que vive dentro
de nosotros y es él quien se encarga de señalar nuestras faltas, de hacernos
ver nuestro pecado y de poner aquella tristeza que nos lleva al arrepentimiento
y restaurar nuestra relación con Dios (2 Cor. 7:10)
¿Quién hace que usted se sienta
mal cuando peca?- Es Espíritu de Dios que vive en usted. Ningún verdadero
creyente puede fallarle a Dios y no entristecerse en lo profundo de su corazón.
III.
La condición de Pedro.
Los 4 evangelios narran este
episodio triste de la vida de Pedro (La Biblia no oculta nuestros errores),
pero es Lucas quien nos da más detalles.
Lucas
22:61-62 61Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro;
y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el
gallo cante, me negarás tres veces. 62Y Pedro, saliendo fuera, lloró
amargamente.
Es increíble pensar que las
miradas de Jesús y de Pedro se cruzaran justo después de haberle negado ¿cómo
es que entre toda la multitud esos ojos santos se enfocarían en él?, es algo
impactante que quedaría marcado en la memoria de Pedro para toda su vida. Algunos se atreven a decir que Jesús lo vio
con decepción, como diciendo “me fallaste, te avergonzaste de mí, no fuiste
capaz de serme fiel…”, yo pienso que no fue así, si usted ha experimentado y
ha leído en la escritura la magnitud del amor de nuestro Salvador, llegará
a la conclusión que lo que hizo
llorar a Pedro fue ver la mirada de amor de Jesús, que a pesar de lo que él había hecho sus
ojos le decían “Pedro te amo, todo esto que ves lo estoy haciendo por ti”. –Yo
me hubiera soltado a llorar como Pedro ¿y usted?
Lucas nos dice que luego de
esto, Pedro salió y lloró amargamente. Es interesante que en el griego existen varias palabras empleadas
para llorar, una se refiere a llorar en silencio dejando caer las lágrimas,
pero la palabra que aquí se emplea describe llorar con gemidos audibles y
fuertes expresando angustia del alma. El llanto amargo de Pedro era una
evidencia externa del profundo arrepentimiento que había en su corazón.
Pero la historia no termina
aquí…
IV.
La restauración de Pedro.
En el capítulo 21 de San Juan,
el Señor Jesús ya ha resucitado; y Pedro, probablemente pensando que no daba el
ancho para estar en las filas del evangelio decide volver a su antiguo oficio y
salir a pescar con otros de sus compañeros (Jn 21:3-6)… al final del capítulo,
vemos a Jesús compartiendo un pescado con
ellos (v12) y caminando a solas con Pedro para hacerle una
pregunta: ¿Simón hijo de Jonás, me amas?
(v15-17) – Y Pedro al final responde “…Señor tú lo sabes todo, tú sabes que te
amo…” y el señor al final de la conversación le dice “Sígueme” (v19). ¡Este fue
el punto en el cual la vida Pedro fue restaurada… y lo vemos en Hechos 2
predicando a Jesucristo y ganando a más de 3000 personas!
¿Qué podemos aprender?
-¡Dios está interesado en nosotros más de lo que nos imaginamos! al igual que en nuestra conversión, es él quien toma la iniciativa de buscarnos y restaurarnos, aún cuando le hemos fallado.
-¡Dios está interesado en nosotros más de lo que nos imaginamos! al igual que en nuestra conversión, es él quien toma la iniciativa de buscarnos y restaurarnos, aún cuando le hemos fallado.
Al principio les hice una
pregunta ¿Qué hizo que estos hombres llenos de errores e imperfecciones llegaran a ser los grandes
héroes de la fe? ¿Qué hizo la diferencia?
–Que a pesar de sus imperfecciones
siempre estuvieron dispuestos a que la misericordia y la gracia del Señor los
restaurara, no se quedaron estancados en el lodo de sus fracasos, sino que
decidieron seguir adelante, no se rindieron,
aceptaron el reto de volver a empezar con Cristo.
Quizás usted en estos momentos sienta que le ha fallado demasiadas veces al Señor, que no es digno/a de una segunda, tercera o cuarta oportunidad con Dios, quiero decirle que no se trata de cuantas veces nos equivocamos,
sino de cuantas veces estamos dispuestos a volver a empezar con Cristo, de
cuantas veces estamos dispuestos a aceptar su perdón paternal y a decidir
volver a intentarlo.
¿Qué hizo la diferencia en Pedro? – El amor de
Jesús y su disposición de volver a empezar con él.
¡No se rinda!
¡Que Dios les bendiga!
CUANDO TODAS LAS COSAS SALEN MAL CUANDO TUS PROYECTOS SE CAEN,Y ESTAS SOLO,Y LA POCA FE QUE TE QUEDA A LLEGADO AL FINAL,SOLO SIRVE PARA ENTENDER QUE HAY VOLVER A EMPEZAR..DIOS TE BENDIGA GRACIAS..
ResponderBorrarPrecioso comentario.El Dios de segundas oprtunidades te ofrece las herramientas pasra comenzar de nuevo.
BorrarNo se como volver a empezar le e fallado tanto a Dios siento que mi vida esta acabada cada vez me alejo más que ya no se que hacer me siento perdida.
BorrarDios inspiro al que escribio esto pensando en que, muchos, que como yo, ahora podemos mirar un horizonte mas amplio y verdadero del infinito amor de Dios.
ResponderBorrarHoy empiezo...!!
Dios te bendiga hermano Jose Luis Olivares!!
gracias
ResponderBorrarGloria a Dios!!1
BorrarGracias a Dios por este estudio que ha sido como agua de vida para mi alma. Dios le bendiga grandemente.
ResponderBorrarMe conmovió mucho esto: "si usted ha experimentado y ha leído en la escritura la magnitud del amor de nuestro Salvador, llegará a la conclusión que lo que hizo llorar a Pedro fue ver la mirada de amor de Jesús, que a pesar de lo que él había hecho sus ojos le decían “Pedro te amo, todo esto que ves lo estoy haciendo por ti”." Dios te bendiga mucho, el amor de Dios es infinito.
ResponderBorrarDios los bendiga. Gracias.
ResponderBorrarGracias hermano... Que Dios lo siga bendiciendo.
ResponderBorrarQue dulce ,fue para mi encontrar esta escritura ,no.cabe duda que el senor nos habla y nos bendice y que su amor es inmensamente hermoso dios les bendiga
ResponderBorrarDios le bendiga barón. Muchas gracias excelente comentario.
ResponderBorrarGloria a Dios por que su luz nos alumbra en todo tiempo. Está predica es refrigerio para mi alma. Gracias Padre Celestial por tanto amor hacia tus hijos. Eres nuestro único y verdadero Padre Eterno... Tu amor excede nuestro entendimiento humano y va siempre más allá de todo... Gracias Padre Celestial por tu amor constante e infinito... Supe que me amabas
ResponderBorrarGloria a Dios por la vida del hermano que ministro con amor y sabiduría la Gracia de Nuestro Padre. Eso es mayordomía y prudencia para mostrar con entendimiento el Poder de la Gracia de Dios a través de su amor dado por medio de su único hijo por el perdón de los pecados. Bendito Dios gracias por la Bendición de hablarnos por cualquier medio para afianzar tu palabra en nuestro corazón dándonos vida en abundancia en el nombre de Jesús. Amén ... Gracias por Padre Amado por tu infinito amor. Bendice aún más la vida del hermano que predico este mensaje tan lleno de ti expresando tu infinita gracia que excede el entendimiento humano y llena a plenitud la vida con tu amor profundo por nosotros.
ResponderBorrarMuchas gracias, gloria sea a Dios!
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