El propósito de la
mujer en el matrimonio.
¿Recuerda usted cual fue el principal propósito
que Dios definió para la mujer dentro del matrimonio? –No fue ser una sirvienta
(como algunos hombres con poco cerebro piensan), tampoco fue ser la cabeza del hombre
o del hogar… ni siquiera fue el ser madre, esa bendición vino posteriormente. Observe conmigo:
Génesis 2:18 18Y
dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Versión Dios habla hoy: 18Luego, Dios el Señor dijo:
“No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer alguien que sea una ayuda
adecuada para él.
¿Cual es el propósito
de Dios al crear a Eva? -Que ella sea la ayuda “idónea” o “adecuada” para Adán. Esa frase “ayuda adecuada” es muy importante,
porque define uno de los propósitos que toda esposa debe perseguir en su matrimonio… usted
debe ser la ayuda que su esposo necesita en todo sentido, en la
administración del hogar, animándolo en su crecimiento personal y espiritual, ayudándole a darse cuenta de sus
errores y a corregirlos, etc. -
¿Está usted siendo la ayuda que su marido necesita o todo lo contrario? (seria
mejor preguntarle a los esposos)
Alguna vez ha escuchado la frase: “detrás de
un gran hombre existe una gran mujer”…
pues eso es muy cierto. Dios le ha dado a usted todo el potencial para
influir positivamente en la vida de su esposo y ayudarle a ser un mejor hombre,
un mejor siervo de Dios… ¡cumpla su
propósito, usted es la ayuda que Dios le ha dado!
Teniendo claro esto, veamos algunos consejos
que la palabra de Dios da a las esposas (y futuras esposas) para lograr un
matrimonio saludable:
a)
Sométase a su marido. Efesios 5:22,24
Es curioso que en la relación
matrimonial Dios nos pide hacer aquello que más nos cuesta, no por que sea algo
imposible; sino porque por naturaleza nos resulta difícil cumplirlo sin su
ayuda. Para nosotros los hombres es amar
a nuestra esposa (demostrarlo con hechos y con palabras), nuestro amor debe ser
como el que Cristo tiene por la iglesia: debemos amarlas de forma sacrificial e incondicional, Efesios
5:25 (lo estudiamos cuando hablamos de
las responsabilidades del esposo)
Pero… ¿Qué cree usted que es lo más
difícil para las mujeres (o esposas)? –
No es dejar de criticar a las otras mujeres, es algo todavía mas difícil (Se
que si les pregunto a los esposos sin dudarlo responden) - ¡es Someterse! ¿Cuántas mujeres sumisas tenemos estas mañana?
–Y hubo silencio en la tierra como por media hora…--
La Biblia manda a la mujer a
someterse a su esposo. Quizás para algunas hablar de esto es ser anticuado o
fomentar el machismo, pero déjeme decirle que no se trata eso, sino simplemente
de lo que la Biblia enseña. ¿Quiere usted un hogar feliz? – Obedezca la palabra
de Dios. ¿Desea que le vaya mal? – Viva
obedeciendo las enseñanzas del mundo (siga el ejemplo de las novelas y de sus
amigas que le dicen “no seas tonta, no
te dejes mandar de tu marido”).
Debemos dejar claro que Someterse,
no es sinónimo de esclavitud, ni de inferioridad; basta con que observemos el ejemplo del mismo
Señor Jesús, él siendo igual a Dios (Fil. 2:6) se somete a la voluntad del
Padre (Juan 5:30) y eso no le hace inferior. Tampoco a usted como mujer no le
hace inferior el someterse a su esposo
(si Cristo lo hace con El Padre, ¿por qué no lo hará usted?).
¿Qué es someterse? Es sujetarse voluntariamente al
liderazgo de su esposo (esto nos obliga a nosotros como hombres a esforzarnos
por ser buenos líderes en el hogar). Recuerde que él es la cabeza, usted es la
ayuda. La sumisión es la decisión
inteligente y Bíblica que una buena
esposa debe tomar.
Aquí pueden surgir varias preguntas:
¿Debe una mujer someterse a su esposo no creyente? –Si debe hacerlo. La sujeción
es el mandato que la Palabra de Dios da a las mujeres creyentes. Cuando se
somete, usted está testificando a su esposo
inconverso el cambió que Cristo ha hecho en usted y esto puede ayudar a
que él se acerque a Jesús o a alejarlo.
– El problema es si a usted le apodan “la indomable” y en su casa usted es la
que quiere mandar, o el caso de aquellas que con la excusa de “voy para la
iglesia” descuidan a sus esposos inconversos. Atienda a su esposo, organice
bien su tiempo y luego vengase para la casa de Dios -.
1 Pedro 3: 1-2 1Asimismo
vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que
no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
2considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
Puede también que alguien piense ¿y si mi esposo no es muy inteligente,
debo someterme a su liderazgo? –Lamentablemente sí, recuerde que fue usted
la que decidió. Lo que usted debe hacer es ayudarle en aquellas áreas en que él
no es muy bueno (por ejemplo el área financiera), esto no quiere decir que
usted tome el liderazgo, pero con mucha sabiduría usted puede sugerirle,
orientarle y animarle a hacer mejor las cosas. Recuerde que usted es la ayuda
idónea.
¿Cuándo es válido que usted no se someta? - Cuando esté en juego la obediencia a palabra de Dios. Usted no está obligada a obedecer algo que
está en contra de lo que Dios dice. Por ejemplo: Imagínese que su esposo le
pide que robe o que sea su cómplice en
una extorsión… ¿Debe someterse?- ¡Por
supuesto que No!, recordemos lo que dijo el apóstol Pedro “es necesario obedecer a Dios antes que los
hombres…” (Hechos 5:29). Esto no sólo se aplica para las esposas, sino para todos nosotros.
b) Ame y Respete a su marido.
En cuanto al amor, no me voy a
detener a hablar del amor hacia los hijos, por que es algo que resulta
sumamente fácil para las mujeres, la mayoría aman a sus hijos y se preocupan
por ellos (aunque existen excepciones)… pero si hablaremos un poco del amor
hacia el esposo. Lo que generalmente sucede es que al nacer los hijos el esposo
queda relegado al segundo o tercer lugar para la esposa, ahora las atenciones
son “primero los niños” “segundo los niños” y “tercero el perro”… ¿y el marido?
-¡sale sobrando! , escuche este consejo: Si usted desea tener un matrimonio sano,
nunca debe olvidar que el amor hacia su esposo es antes que el de sus
hijos. Nunca use a sus hijos como pretexto para descuidar a su
esposo.
Pero ¿qué hago si yo siento que ya no nos amamos?
Hace algunas semanas estudiamos
que Dios manda al marido a amar a su mujer (Efesios 5:25) y eso aplica para
ambos. Recuerda ¿Por qué el amar al
cónyuge es un mandamiento? – por que el amor no debe estar fundamentado únicamente en las emociones
o sentimientos, el amor es una decisión… usted decide amar a su esposo/a. Debe
decidirse amar a pesar de… las arrugas, de las libras demás, a pesar de una
enfermedad que alguno de los dos sufra, a pesar de cualquier diferencia etc. El entender esto deja sin argumento a
aquellos/as que dicen “es que yo siento que ya no lo amo” o “es que ya se acabo
el amor que nos teníamos…” Quizás algunas/os
de ustedes estén considerando divorciarse por que piensan que “se acabó el
amor”… el sentimiento puede tener sus
altibajos, pero su decisión de amar debe estar firme. Si usted se toma de la
mano de Dios cualquier dificultad puede ser superada, sométase a los principios
de la palabra de Dios y busque ayuda de un consejero cristiano, si es
necesario.
Pasemos a un aspecto muy
importante, el respeto hacia su marido. Efesios 5:33 33Por lo demás,
cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
Si hay algo que su marido espera
recibir de usted como mujer es el respeto. No existe ningún hombre que se
sienta realizado como esposo si no cuenta con el respeto y la admiración de su mujer. La Fan numero 1 de su marido
no debe ser la secretaria o la amiga del trabajo, la fan número 1 debe ser
usted.
¿Respeta y admira a su marido? ¿O es
de aquellas mujeres insensatas que
aprovechan cualquier ocasión para avergonzarle y hacerle
quedar mal delante de la gente (aún delante de los hermanos de la
iglesia)?. Algunas mujeres son especialistas en esto, les gusta humillar a sus esposos,
hacerlos parecer como tontos, hablan mal de ellos con sus amigas, se burlan de
él y lo ponen en mal con la suegra (todos los defectos del marido los
sabe la suegra porque la niña va corriendo a contarle a su mamá).
Una forma de mostrar respeto a
su cónyuge es no permitiendo que nadie hable mal de él o ella, ni aún su
misma familia, esto aplica tanto para hombres como mujeres. Usted respeta su
marido cuando reconoce que el es la cabeza de hogar, cuando le consulta antes de tomar cualquier decisión
importante, hablando bien de él, tratándolo
bien tanto en la casa como el público.
Una mujer que dice amar a Dios y
a su palabra debe respetar su marido, puede ser que quizás él no se lo merezca,
pero usted será una mujer sabia si aún así lo hace.
Aquí también hay un reto para
nosotros los hombres, si bien es cierto que la Biblia les dice a las mujeres
que nos respeten, nosotros también debemos esforzarnos por que a ellas no les
cueste respetarnos, ¿Cómo podemos hacer eso? – No es por medio de golpes ni
presumiendo que tenemos un carácter explosivo (que somos bravos o enojados),
así no actúan los verdaderos hombres. Usted le ayuda a su esposa a respetarlo
cuando cumple sus responsabilidades, las
mujeres admiran y respetan a los hombres que se esfuerzan y asumen su papel de
hombre dentro del matrimonio, quizás usted deba trabajar más en eso.
El tiempo se nos ha acabado, espero que ponga en práctica estos consejos en su matrimonio, continuaremos este tema posteriormente. ¡Bendiciones!
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