Tanto la sumisión, el amor y
respeto hacia el marido son cualidades que toda mujer que dice ser seguidora de
Cristo, y que desea tener un hogar
saludable debe desarrollar (¿está de
acuerdo?- Y aunque no lo esté, eso dice la Biblia). Aparte de lo que ya vimos en Efesios 5,
consideremos otras cualidades que el apóstol Pablo menciona en Tito 2:3-4
Tito
2:3-4 3Las ancianas asimismo
sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras
del bien; 4que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus
maridos y a sus hijos, 5a ser prudentes, castas, cuidadosas de su
casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea
blasfemada.
¿Para quienes van dirigidos esos versos? –Para las ancianas (algunas de las hermanas
por eso no se preocupan por desarrollar esas cualidades que ahí se mencionan,
porque no se consideran ancianas).
Es cierto, Pablo se dirige a las
mujeres mayores, es decir a aquellas
hermanas que han estado casadas por largo tiempo, que ya criaron a sus hijos y que cuentan con el
conocimiento de la palabra de Dios y la experiencia de los años; a ellas les dice que deben ser ejemplo para
las más jóvenes, pero eso no excluye a las mujeres que todavía se consideran
jóvenes de ser también un ejemplo para otras
¿Qué características deben desarrollar las mujeres mayores? –Según el verso 3:
Reverentes (Una mujer temerosa
de Dios), no calumniadora (que no sea
chismosa sino una mujer confiable), no
esclavas del vino (Una mujer sobria, capaz de controlarse a si misma), maestras
del bien (Una mujer con buen testimonio).
¿Cuántas mujeres de ese tipo
vinieron esta mañana? -¡Cómo hacen falta más de estas mujeres en la iglesia, mujeres
que no sean revoltosas ni peleoneras, sino que sean ejemplo y que enseñen a otras como
ser buenas esposas y madres!
¿Qué deben hacer las mujeres mayores en la iglesia? V4 “que
enseñen a las mujeres más jóvenes…”
La mayoría de mujeres al
consultarles sobre en que áreas o ministerios quieren servir en la iglesia,
eligen cualquier cosa menos el ministerio de la enseñanza a otras mujeres, esta
es un área prácticamente inexistente (y no le hablo de sociedades femeniles o
algo así, sino de mujeres que con la autoridad de la palabra de Dios y de su
testimonio corrijan y enseñen a otras jóvenes en cuanto a su comportamientos como mujeres, esposas y madres), ¿cree usted
que es necesario que se levanten mujeres de este tipo? – ¡Claro que sí! Pero son muy pocas las que lo hacen.
Algunas hermanas de nuestra
iglesia quieren enseñar o predicar a
toda la congregación y hasta ser
pastoras (siguiendo algunos modelos erróneos de mujeres cristianas que ven por
TV), pero el problema es que no se enfocan en el área que la Biblia si las
autoriza a hacerlo, la cual es el área
de enseñanza a otras mujeres. ¿Puede una
mujer predicar? –Claro que sí, siempre y cuando sea a otras
mujeres.
-Quizás algunas de ustedes digan “es que yo no puedo estar al frente de otras mujeres y enseñarles como deben
comportarse según Biblia”- esa es una excusa, usted no necesita tener un
ministerio público en la iglesia y
reunir a todas las mujeres para enseñarles, es su
vida, su testimonio, sus consejos dados a la luz de la palabra de Dios que en
forma personal pueden servir de gran bendición para otras mujeres y por
consecuencia para el Reino de Dios. Le
pongo ejemplo sencillo de algo que usted como creyente madura debería haber
hecho desde hace mucho tiempo,
simplemente observe como tantas mujeres jóvenes no saben como criar a sus hijos pequeños, no son capaces ni siquiera de enseñarles que a
la iglesia no se viene a jugar, les traen juguetes, los dejan andar corriendo
dentro del templo durante el culto y son ellos quienes las dominan y no al revés,
y ¿Sabe que hacen cuando eso sucede?
Simplemente los ignoran, ven hacia otro lado y es como si dijesen en su
mente “no es mi hijo/a, no lo conozco” ¡Necesitamos con urgencia mujeres maduras
espiritualmente que sean capaces de enseñar y corregir a otras en cuanto a como
se deben educar los hijos!
¿Qué deben enseñar? V4
4que
enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5a
ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos,
para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
Dentro de las áreas en que las mujeres mayores deben enseñar a las
más jóvenes encontramos las cualidades que toda esposa cristiana debe
desarrollar en su vida:
1) Enseñar a amar a su marido e hijos. Este
punto lo tratamos el mes pasado en la primera parte de nuestro estudio (espero
que usted haya venido), aquí se nos recuerdan 2 cosas: En primer lugar que el
amor es algo que hay que aprender, usted debe decidir y aprender a amar, por eso es que Dios establece el amor
como un mandamiento en la pareja (Efesios 5:25). En segundo lugar, nos recuerda
el orden de prioridades que la mujer casada debe tener, observe lo que dice el
texto “aprendan a amar a sus maridos y a sus hijos” no
dice que “aprenda a amar a sus hijos y a su marido”, ¿por qué cree que menciona
al marido primero? – porque después de Dios, Su marido debe ser lo más
importante en su vida (lo es mismo es para nosotros los hombres con nuestras
esposas), no son sus hijos/as, no es chucho, tampoco son sus padres, sino su cónyuge. ¡Amén!
2) Ser prudentes: Prudente en este caso significa discreción, la Biblia Lenguaje
sencillo lo traduce de la siguiente manera:
“ 5 También
deben enseñarles a pensar bien lo que van a hacer y a ser dueñas de sí mismas…”. Una esposa prudente es aquella que piensa
antes de actuar, que no saca conclusiones antes de tiempo, por ejemplo si el esposo llegó tarde del trabajo, hay
esposas que comienzan a imaginarse lo peor, y cuando el marido llega ni siquiera ha terminado
de entrar en la casa cuando comienzan a armar todo un escandalo (y
probablemente el llegó tarde por el trafico o algún atraso en el trabajo). Una mujer prudente es aquella que sabe
distinguir el momento apropiado para tratar los problemas, no lo va a hacer
unos minutos antes de salir para la iglesia (a algunas les gusta a hacer eso y
lo que consiguen es que nadie vaya), tampoco durante la comida (lo que va a
conseguir es que su marido se enoje y no coma), tampoco antes de ir a dormir
(porque probablemente se quedará durmiendo sola y muy enojada), usted debe
buscar el momento oportuno aún para
pelear. También debe aprender a ser prudente en las cosas que dice, recuerde
que las palabras una vez dichas ya no se pueden regresar y en ocasiones
nuestras palabras pueden herir gravemente a nuestro cónyuge. Por favor, nunca
diga “Desearía nunca haberme casado contigo”, frases como estas deben estar
totalmente prohibidas durante una pelea.
3) Castas:
Otras versiones lo traducen esta palabra como “puras”. La pureza no solo se
refiere a la parte sexual, es decir a no caer a adulterio, sino que incluye también pureza en palabras, pensamientos
y acciones. Por ejemplo, una esposa “casta” o “pura” nunca va a participar o
involucrarse en algo que ponga en duda su fidelidad a su esposo, no aceptará
invitaciones a salir de otros hombres
(aunque sean sus amigos), nunca estará a solas con alguien que no sea su
esposo, evitará cualquier situación que pueda ofender a su marido. En este
sentido, nosotros los hombres también debemos evitar situaciones que pongan en
duda la fidelidad a nuestras esposas. Tenga cuidado con el adulterio emocional,
es decir estar mas unido emocionalmente a otra persona que a su mismo cónyuge,
por eso su mejor amigo/a debe ser su conyuge o en todo caso alguien del mismo
sexo.
4)
Cuidadosas de su casa:
¿Ha
entrado usted alguna vez en una casa donde solo viven hombres? ¿Cómo la
encuentra? –Pues si son hombres normales, lo más probable es que la encuentre
desordenada y sucia, y eso es porque a nosotros los hombres nos cuesta más ser
cuidadosos con el arreglo de la casa, en
cambio las mujeres por naturaleza tienden a ser todo lo contrario, se preocupan
más porque las cosas se vean ordenadas y limpias (aunque existen mujeres que rompen la regla,
y es el marido al que le toca arreglar todo). El cuidar de la casa debe ser tarea de ambos
(mujeres y hombres) y eso no está en discusión, pero a la luz de este pasaje es la mujer quien debe
considerar la casa como su campo de trabajo más importante. Es cierto que en
nuestro contexto es casi inevitable que las esposas trabajen fuera de casa, pero a pesar de eso, usted
debe estar consiente que el cuidado de su hogar es primordialmente su
responsabilidad.
A
parte de cuidar por que su casa se vea bien, también es muy importante que
usted se preocupe por verse bien para su marido. La esposa que teme a Dios debe preocuparse en primer lugar por su
interior, por lucir un carácter que agrede a Dios , 1 Pedro 3:3-4 3Vuestro atavío no sea el externo de
peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4sino
el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y
apacible, que es de grande estima delante de Dios.
Pero
aparte de preocuparse por su belleza interna, también debe esforzarse por lucir
bonita para su esposo (eso no es pecado).
No caiga en el error de algunas mujeres que piensan que después del
matrimonio (cuando ya capturaron su presa) ya no hay razón para arreglarse y se
visten como la “chimoltrufia”, al contrario, hoy que usted está casada se
justifica más que se preocupe por verse bien, una esposa que ama a su marido
procurará siempre mostrarse atractiva para él y Hará todo lo posible por
complacer a su esposo.
5) Ser Buenas: Una esposa cristiana debe aprender a preocuparse por los demás y a
demostrar hospitalidad y generosidad, debe aprender a hacer sentir bienvenida
la gente en su casa. ¿Es usted una
esposa que demuestra bondad hacia los demás o es alguien egoísta que solo
piensa en usted misma y se enoja cuando su marido ayuda a otros? – Espero que
no sea así.
6) Sujetas a sus maridos: Anteriormente estudiamos en Efesios 5:22, el significado de
someterse, dijimos que era “someterse voluntariamente al liderazgo de su
esposo” ¿lo ha estado haciendo usted en estas semanas que han pasado?, el someterse es mandato que la palabra de Dios da a las
mujeres y eso no significa que usted sea inferior a su marido (recuerde el
ejemplo de Cristo). No nos detendremos más en este punto porque lo explicamos
previamente.
En conclusión:
Cuando una mujer desarrolla
todas estas características en su vida,
evita que la Palabra de Dios sea Blasfemada, principalmente cuando tiene
un marido no creyente. Si usted se preocupa por aprender estas cualidades no dará
motivos para que la gente hable mal del evangelio por causa suya, ya que
estará demostrando que lo que hace la diferencia en su vida es Cristo.
La obra de Dios necesita mujeres
que enseñen a otras a amar a sus maridos y a sus hijos, que les enseñen a ser
prudentes, castas, cuidadosas de la casa, buenas y sujetas a sus esposo. De
igual forma es necesario que hayan
mujeres dispuestas a aprender y a permitir que el Espíritu Santo de Dios las
moldee.
¡Dios les bendiga!
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