Proverbios 20:6 6Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?
Aunque este proverbio este hablando de lo difícil que es encontrar a una persona leal, alguien en quien verdaderamente se pueda confiar; cuando lo leemos en nuestra versión RVR60 nos da la idea de que el proverbista también desea resaltar lo difícil que es encontrar a un hombre verdadero, alguien que sea hombre no sólo por género, sino porque se comporta como tal y que cumple las responsabilidades que su posición demanda. (Algunas hermanas suspiran con un poco de resignación al leer este verso y dicen ¿un verdadero hombre, quién lo hallará?... ¡espero que ese no sea su caso y que usted haya encontrado a ese hombre de verdad en su esposo!
Hoy en día, y quizás desde hace algunos años se ha venido dando dentro del matrimonio un fenómeno que es la raíz de grandes problemas en el funcionamiento normal, saludable y bíblico de la familia, el problema es que los hombres hemos descuidado nuestro papel como tal y le hemos cedido (o impuesto en muchos casos) nuestras responsabilidades a la mujer… y ellas ni lentas ni perezosas han comenzado a tomar las riendas del hogar… ¿ellas lo hacen bien? –Es posible, quizás hasta lo hagan mejor que nosotros, pero ¿es ese el diseño divino? – ¡por supuesto que no!, la Biblia es clara en señalar el papel que tanto el hombre y la mujer deben desempeñar dentro de la familia (no se trata de machismo o feminismo), cuando no respetamos los patrones bíblicos sencillamente las cosas no van a funcionar… probablemente algunos de los matrimonios que usted conoce o quizás el suyo propio no este funcionando porque alguien o ambos no se están esforzando por cumplir el papel que les corresponde.
Esta noche vamos a ver a luz de la Biblia algunas responsabilidades que nosotros los hombres debemos cumplir dentro del hogar y de las cuales no nos podemos descuidar -no se preocupen, cuando hablemos de las mujeres vamos a dedicar unos tres dias completos-.
I. Debemos amar nuestras esposas.
Existe algo que toda mujer espera recibir continuamente de su esposo, - y no es dinero de la quincena o de fin de mes, aunque algunas lo esperan con ansias- Es el amor, ellas esperan que continuamente les demostremos que las amamos, no sólo con palabras sino con hechos (debemos incluir ambas cosas).
En la Biblia, amar a nuestras esposas no es un consejo, una sugerencia o una opción, es un mandato.
Efesios 5:25 25Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
¿Por qué un mandamiento? La razón es que el amor verdadero va más allá de los sentimientos. El amor, aunque involucra sentimientos es una decisión, una determinación, usted decide amar. Es importante que entendamos esto ya que muchas parejas se divorcian y utilizan como pretexto la frase “es que ya no la (lo) amo… siento que se terminó el amor entre nosotros”… pensar de esa manera es no entender lo que el amor implica, el amor es una decisión, es un compromiso en primer lugar con Dios y luego con su cónyuge. Si usted decide amar a su esposa o esposo, no importarán los años que pasen, ni las arrugas o libras que se ganen… su amor no va a cambiar. ¿Ha decidido usted amar a su esposa(a) a la manera Bíblica?
Según lo que leímos, ¿Cómo debe ser nuestro amor para con ellas? –Debemos amarlas como Cristo amó a la iglesia.
¿Cómo amó Cristo a la Iglesia? Podemos mencionar al menos 2 cosas que caracterizan el amor que Cristo demostró por su iglesia:
a) Un amor sacrificial. Jesús estuvo dispuesto a sacrificarse por nosotros, el se ofreció a si mismo como sacrificio para satisfacer la Justicia de Dios y así poder salvarnos.
Usted y yo debemos entender que no existe verdadero amor sin sacrificio. Amar a nuestro cónyuge implica sacrificarnos. Quizás debamos sacrificar nuestro tiempo (dejar de hacer algo para pasar tiempo con ella y prestarle atención), sacrificar nuestro dinero (de vez en cuando invitarla a salir, comprarle algo), o quizás simplemente debemos sacrificar algún habito o costumbre que ella le desagrade. ¿Sabe usted que le impide al ser humano sacrificarse? – Es el orgullo. Usted no puede amar a la manera de Jesús si no está dispuesto a dejar a un lado el orgullo. El orgullo es uno de los principales enemigos del matrimonio.
b) Un amor incondicional. El amor de Cristo es un amor “a pesar de”. Nosotros no merecemos su amor, pero a pesar de lo que somos y de lo que hacemos, él nos ama y se mantiene fiel a nosotros (¡Gracias Jesús por amarnos de esa manera!). Recuerde lo que dice Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”.
Debemos aprender amar de forma incondicional, debemos amar a nuestro cónyuge “a pesar de”… a pesar de que ronque, a pesar de que presione la pasta de diente por donde no debería, a pesar de que no cocine muy bien, a pesar de que sea del Real Madrid… etc.
En cuanto a la manera de tratarlas, leamos Colosenses 3:19
RVR60: 19Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Lenguaje Sencillo: 19 Y ustedes, los esposos, deben amar a sus esposas y no maltratarlas.
La Biblia no da lugar al machismo, así que no deben haber creyentes que maltraten a sus esposas de forma física o verbal (en ocasiones las palabras duelen más que los golpes, Prov. 12:18), por el contrario la Biblia nos manda a amar y cuidar a nuestras esposas, nos manda a tratarlas como a vaso más frágil:
1 Pedro 3:7 7 En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas, reconociendo que ellas no tienen la fuerza de ustedes, y que también a ellas Dios les ha prometido la vida eterna. Si ustedes lo hacen así, Dios escuchará sus oraciones. (Lenguaje Sencillo)
A parte de la manera en que los esposos debemos tratar a nuestras esposas, Pedro deja claro que cuando en el matrimonio hay problemas, nuestras oraciones pueden ser estorbadas delante de Dios, quizás en su familia están orando por que Dios conteste alguna petición, pero mientras no corrijan esos problemas matrimoniales, la respuesta seguirá en pausa.
Resumiendo: Como esposos, la Biblia nos hace responsables de proveer amor para nuestras esposas, pero esos no lo es todo, aún existen otras áreas que debemos considerar.
II. Proveer para las necesidades del hogar
1 Timoteo 5:8 8porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
Existe una pregunta que ha generado bastante discusión: ¿Debe la mujer trabajar fuera de casa para proveer para las necesidades del hogar? ¿Qué piensa usted?
El punto a considerar no es si es correcto o no que la mujer trabaje fuera de casa, sino más bien tener claro quién es el responsable principal de la provisión económica en el hogar, y aquí aunque deseáramos que fuese de otra manera, los principios bíblicos nos enseñan que nosotros los hombres somos los responsables, no es la esposa. Es lamentable como hoy en día existen gran cantidad de hombres que dejan la carga económica del hogar completamente a la esposa, mientras ellos no quieren esforzarse por cumplir su papel de proveedor.
Desde el libro de Génesis podemos observar que una de las responsabilidades del hombre es trabajar y llevar el sustento a casa (Gen 3:19). Es cierto que en nuestro contexto económico resulta casi obligatorio que la mujer contribuya en los ingresos familiares (basta con observar los salarios), pero eso no debe convertirse en excusa para descuidarnos y dejar toda la carga económica en manos de ella. Cuando nosotros como hombres no proveemos económicamente perdemos autoridad en el hogar, ¿cómo podrá ella respetarnos si no somos hombres esforzados? no es tanto la cantidad de dinero que se aporte sino el cumplir nuestra responsabilidad, ya que en ocasiones es la esposa quién goza de un mejor salario (lo cual no debe hacerle sentir mal ya que al final de cuentas Dios es proveedor); pero tenga por seguro que ella valorará su esfuerzo.
La familia debe ajustarse al presupuesto del esposo
Si usted es ama de casa y se dedica a atender su familia, no se sienta mal por eso, al contrario agradezca a Dios que su esposo puede cubrir todas las necesidades del hogar, usted esta cumpliendo su función principal. Quizás como esposa tenga que salir a trabajar, y está bien, pero debe tener presente que su responsabilidad principal es su casa y no ganar dinero extra, en ocasiones ese dinero extra puede ser perjudicial para la vida de la familia (que triste es que los hijos regresen a casa del colegio y no esté mamá para recibirlos). Una mejor condición económica no se compara con una familia saludable.
III. Dar dirección y Seguridad.
Efesios 5:23, 1 Pedro 3:7
IV. Pastorear la familia (Somos responsables de la vida espiritual de la Familia, Esposa e hijos)
Génesis 3:9-11, Proverbios 27:23,
¿Está cumpliendo usted sus responsabilidades como esposo? – Si no es así, ´pídale a Dios que le ayude a hacerlo y comience hoy a hacer los ajustes necesarios. –Bendiciones.
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