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La unidad, requisito indispensable para crecer.


Introducción

A partir de este año 2011 nuestra Iglesia ha tomado a bien que todos nosotros enfoquemos nuestro tiempo, energía y recursos en hacer cumplir la Gran Comisión (Mateo 28:19-20), porque esa es la misión que el mismo Señor Jesús nos ha dado. Esperamos que usted esté haciendo algo allá en su pasaje, en su colonia o Barrio para alcanzar a otros para Cristo–¡Amén!

Pero el hecho de que nos enfoquemos hacia afuera (hacia los no creyentes)  no debe convertirse en excusa (pretexto) para descuidarnos de aquellos que ya forman parte del Reino de Dios. Es cierto, La biblia nos manda a alcanzar a otros, a llevar el amor de Dios a aquellos que no le conocen,  pero también nos exhorta a preocuparnos de aquellos que ya somos parte de la familia de Dios, nos manda a  amarnos, servirnos, animarnos, perdonarnos, enseñarnos, corregirnos, orar unos por otros…  hasta a saludarnos unos a otros ¿Sabía ud. eso? (Rom 16:16 “saludaos unos a otros con ósculo santo”.

El Señor nos manda a hacer las dos cosas, nos manda a  que salgamos, que vayamos hacia afuera, pero de igual forma se nos manda a preocuparnos  por los que estamos dentro. Usted puede esforzarse por hacer esto y lo otro para ganar a las personas para Cristo y eso esta bien,  ¡es excelente que ellos lleguen a formar parte de la Iglesia Universal ! (compuesta por  todos los cristianos nacidos de nuevo alrededor del mundo de todas las épocas),  pero que triste seria, no lograr que esas personas se integren a nuestra iglesia local, se ha puesto a pensar que triste seria lograr traerlos desde allá  afuera (con un gran esfuerzo y dedicación),  que entren por esta gran puerta que tiene nuestra iglesia,  pero que al cabo de unas semanas o meses, esas personas con las que hemos estado trabajando  se nos vayan por algunas de las puertas traseras que voluntariamente y negligentemente hemos dejado abiertas.    ¿Me está entendiendo la idea? -Hay que trabajar afuera, pero mantener lo que tenemos dentro. 

En base a lo que le he expuesto, esta mañana vamos a estudiar como cerrar algunas de esas puertas traseras por donde la gente se nos va, y una forma de cerrarlas es poniendo en  práctica  algo que Dios ya nos dio, ¿Sabe que es? - es  “La Unidad”. Por eso el título para el estudio de hoy es “La unidad, un requisito indispensable para crecer” 

Efesios 4:3 3solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;

Antes de comenzar  a estudiar el tema de la Unidad,  quiero que observemos como inicia este capítulo.  El apóstol Pablo en el verso 1, después de definirnos su situación (estaba preso en Roma), comienza haciéndonos una rogativa, ¿Cuál es? -que “andemos como es digno de la vocación  con que fuimos llamados”.  La palabra “andar” es la clave para estudiar y entender la carta a los efesio,  hace referencia a “vivir” o “comportase”;  en otras palabras lo que Pablo está haciendo es suplicarnos, rogarnos  a usted y a mi, que nos comportemos, que vivamos  como lo deben hacer aquellos que en verdad son hijos de Dios, debemos vivir como Dios espera que vivamos, demostrando con nuestros actos de que somos sus hijos. ¿está viviendo usted de esa manera?

Dentro de esta súplica de vivir de acuerdo a los parámetros de Dios es donde se nos anima a guardar o mantener ese requisito indispensable para el crecimiento saludable de la  iglesia, ese requisito es  La Unidad.

¿Quién hace posible la Unidad? –Lea el verso 3, note  que el texto no dice que la unidad haya sido creada por un ser humano, no dice  que es algo que provenga de la invención humana. ¿De quien proviene?- Ella misma ha sido creada por Dios y dada por medio de su Espíritu Santo, a nosotros como creyentes lo que se nos pide es que seamos diligentes,  que le demos prioridad,  que pongamos de nuestro esfuerzo  para  “guardar esa Unidad” que nos ha sido dada por El Espíritu de Dios

¿Qué implica guardar la unidad?
Guardar la unidad implica vivir en paz los unos con los otros,  por medio de Cristo tenemos paz para con Dios, pero esta paz debe trasladarse al plano horizontal, es decir que debe ser práctica y debe experimentarse en nuestras relaciones. Unidad significa ser capaces de amarnos, respetarnos y aceptarnos a pesar nuestras diferencias. 

Debemos aclarar  algo, Unidad no es lo mismo que uniformidad, no quiere decir que todos tenemos que vestirnos, hablar o actuar de igual forma,  ¿imagínese si  todos en esta iglesia  fueran igual a usted? – ¡Seria un caos total!, necesitamos ser diferentes, porque así nos complementamos, de hecho Dios no ha hecho dos personas iguales, observe a su alrededor, todos somos diferentes físicamente, al igual que lo somos en gustos, comportamiento, aun en la forma de Hablar. –Dios nos hizo únicos.     La unidad acepta que somos diferentes, pero que a pasar de esas diferencias todos somos parte de un mismo cuerpo y que somos parte de una familia,  la familia de Dios (aclarando que esto sólo se aplica para aquellos/as  que hemos recibido a Jesús como nuestro Salvador personal, recuerde que ese es el requisito para ser considerado hijo de Dios,  Juan 1:12).

La unidad en el cuerpo de Cristo, en la iglesia,  es tan importante que el mismo Jesùs oró por usted y por mi para fuésemos uno, como él y su padre lo son.
Juan 17:   20Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí ( aquí ponga su nombre) por la palabra de ellos, 21para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

Según lo que leímos, ¿qué impacto causa la unidad en los no creyentes? –La unidad es un testimonio de que Cristo vive en nosotros y que gracias a él podemos llamarnos hermanos. La gente en el mundo está acostumbrada a los pleitos, los malos tratos,  las divisiones, los chismes, las mentiras, la venganza, el rencor… pero nosotros debemos demostrar con nuestras vidas de que somos uno en Jesús.  ¡Imagínese el impacto que tendríamos si las personas que vinieran a esta iglesia vieran y experimentaran el amor y la unidad de Jesús en nosotros! – Le apuesto que a cualquiera le gustaría formar parte de esta familia y que de seguro invitarían a otros a que vinieran y experimentaran ese amor. –Jesús oró y murió para que usted y yo seamos uno. ¿qué tan importante es la unidad para usted? ¿Está contribuyendo a guardarla o a destruirla?

La unidad es nuestra responsabilidad, debemos esforzarnos  en mantener lo que Dios nos ha dado. 

Regresemos a Efesios 4.

Situándonos en el contexto en que San Pablo escribe estas palabras, debemos  recordar que existía una división muy marcada entre Judíos y gentiles; los judíos no querían tener ninguna relación con  nadie que no fuera de su misma raza, a tal punto que llamaban a los gentiles (a los que no eran judíos)  “perros o perrillos”. Pero ahora en Cristo Jesús, al nacer de nuevo y ser introducidos al cuerpo de Cristo, que es su iglesia, de esos 2 pueblos,  Dios ha hecho uno, su pueblo,  y es ahí donde entramos usted y yo. En Cristo somos uno. ¡Amen!

Gálatas 3:28 28Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 

Si aplicáramos este versículo  a nosotros diría: “Así que ya no hay salvadoreños, ni hondureños, ni de cualquier otra nacionalidad, no hay los que ganan más ni los que ganan menos, no hay gorditos ni delgados, no hay educados ni con menos educación, no hay jefes ni empleados, porque todos somos uno por medio de Jesús” – ¡Amen! 

¿Qué debe motivarnos a guardar la Unidad?  Le voy a dar un tip, cuando a usted no le simpatice mucho algún hermano/a  por  “x” o  “y”  razón,  cuando sienta que “no lo traga”,  -haga algo:  no se enfoque en las cosas  que le desagradan de él o ella  (como el carácter, la forma de hablar o vestir), enfóquese  en aquellas cosas que tenemos en común, las cosas que nos unen  y verá como a pesar de ser diferentes, de tener distintos caracteres,  podemos ser uno en Jesús. Esto es lo que nos recuerda San Pablo en los versos del 4 al 6   de Efesios 4 

Efesios 4: 4-6  4un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.

¿Qué cosas nos unen? Pablo expone  7 cosas que nos unen, si usted recuerda el numero 7 es el número de Dios, el numero de la perfección, así que se comprueba que la unidad que Dios nos ha dado es perfecta, sólo él por medio de su Espíritu puede hacer que diferentes personas de diferentes contextos, costumbres, razas y posición social  puedan llegar a formar parte de una familia y puedan llamarse hermanos.
Observemos las cosas que nos unen: Efesios 4:4-6

a)      Un cuerpo. Constituido por todos  los creyentes desde el día de pentecostés, hasta que sea el arrebatamiento. Aunque existan muchos creyentes en todo el mundo, la iglesia Universal, invisible de Cristo es una, y todo los hemos creído en él somos miembros de ese cuerpo, así que si usted algún día va a China y se encuentra con seguidor de Jesús, tiene todo el derecho de llamarle “hermano”.

b)      Un Espíritu: el Espíritu Santo que vive permanentemente  en cada uno de nosotros y que nos fue dado al momento de recibir a Jesús por la fe.

c)       Una misma esperanza. ¿Cuál esperanza? – El regreso de Jesús, nuestra morada en los cielos. ¡Amen!

d)      Un Señor: ¿Quién es nuestro Señor? – Es Jesús

e)      Una Fe: La fe cristiana, la confianza en Jesús, es  la única manera de pertenecer al cuerpo.

f)       Un Bautismo: Aquí hay un sentido doble, un Bautismo en El Espíritu al momento de creer y un bautismo en agua con el que nos identificamos públicamente como seguidores de Jesús. Si usted no se ha bautizado y quiere contribuir a  la unidad –¡Bautícese!- y de a conocer a todos que usted es un hijo/a de Dios.

g)      Un Dios y padre: La paternidad de Dios nos constituye en una familia, donde Cristo es nuestro hermano mayor y nosotros hermanos unos de otros.

¿Qué actitudes podemos poner en práctica para guardar o mantener la unidad? Efesios 4:2
2con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor
El verso 2 nos dice como deben andar o vivir aquellos que nos hacemos llamar seguidores de Jesús, al poner en práctica estos valores y actitudes estaremos contribuyendo a mantener la unidad en nuestras familias, con nuestros amigos, y lo mas importante en nuestra Iglesia.

1)      La humildad: es la actitud de estimarse a uno mismo sin orgullo ni arrogancia.  La humildad nos permite  estimar a otros como superiores a nosotros mismos. Es imposible mantener  la unidad si nosotros no decidimos voluntariamente ser humildes. El problema es que el mundo nos ha enseñado a ser egoístas, a no aceptar sugerencias y creernos que no necesitamos de los demás.  El mejor ejemplo de humildad es el Señor Jesús, el cual siendo Dios se humilló asimismo haciéndose obediente  hasta la muerte para salvarnos. Es increíble que  él siendo  Rey del universo,  se hiciera hombre y tomara la actitud de  siervo.  El mismo fue quien dijo “aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón”.  ¿Sabe cuantas peleas y malos entendidos nos evitaríamos si tan solo fuésemos más humildes? ¿Cuántos problemas en el matrimonio, en el trabajo, en la iglesia estarían ya resueltos si tan sólo comenzáramos a imitar más a Jesús? Si Jesús lo hizo, ¿quienes somos usted y yo para no hacerlo?

2)      Mansedumbre: es la actitud de sujetarse a la voluntad de Dios y de recibir el maltrato de los hombres sin hacer uso de la venganza. También es parte del fruto del Espíritu. Lo contrario a la mansedumbre seria el ser pendenciero o “pelionero” –como diríamos aquí en El Salvador -  Para poder guardar la unidad en nuestra iglesia o en cualquier área de nuestras vidas debemos renunciar al derecho de tomar de venganza una persona mansa es más feliz que una persona pendenciera, la iglesia necesita personas que tengan un espíritu de mansedumbre y no de pleito. ¿cómo reacciona usted cuando algún hermano/a le ofende, responde diciéndole 10 cosas peores o acepta la ofensa con mansedumbre ?


3)      Paciencia: Otra palabra que se puede utilizar es Longanimidad, que quiere decir mantener la calma a pesar de estar bajo una prolongada provocación. Alguien ha ilustrado la paciencia de esta manera: Imagínese que tenemos un  enorme perro y un pequeño cachorro juntos. El pequeño perrito comienza a ladrar y a provocar  constantemente al perro más grande aún hasta intentando morderlo, mientras que el otro perro, el de mayor tamaño se queda  quieto, sin atacar al pequeño aún sabiendo que puede hacerlo pedazos de una sola mordida… ¿qué está poniendo en practica el perro mas grande? –La paciencia.
Recuerde que gracias a Dios

4)      Soportándonos: es pasar por alto las ofensas, los malos tratos, los problemas de carácter de otros. En buen salvadoreño seria “aguantar”. Toda relación que involucre personas exige que aprendamos a soportar, aún la Biblia nos manda a soportarnos unos a otros (col 3:13). Y ¿sabe por que dice unos a otros? – porque así  como a usted en muchas ocasiones le toca tolerar el comportamiento de alguien aquí en la iglesia, de igual forma en muchas otras ocasiones lo han tenido que tolerar a usted, su carácter, su forma de tratar de a los demás, etc. De ahí es que viene el “unos a otros”.

5)      Amor: Lo único que puede motivarnos a ser humildes, mansos, pacientes y a soportar a otros es el amor, como dice en 1 Pedro 4:8 “El amor cubrirá multitud de pecados”.

Para concluir:
Hagámonos estas preguntas ¿Mis actitudes contribuyen  a la unidad de la iglesia? ¿Existen  hermanos/as a los cuales tengo que aprender a amar y ser paciente con ellos?  ¿Qué cosas prácticas puedo hacer para fomentar  la unidad en mi iglesia?

Oración.  Si usted quiere ser obediente al deseo de Dios para su iglesia haga esta oración conmigo y dígale: Señor de aquí en adelante quiero ser alguien que sea de beneficio para el crecimiento de tu obra, ayúdame a amar a mis hermanos a pesar de las diferencias que entre nosotros puedan existir, quiero sentirme parte de esta iglesia local  y aprender a ver los demás como mis hermanos no como mis adversarios, cambia en mi aquellas actitudes que en lugar de unir causan división. Te lo pido en el nombre de Jesús, Amen.

-Dios les Bendiga


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