Imagino que están cansados luego de terminar esa gran carrera de ir y venir del rio, fue una dura competencia, pero aunque todos los grupos se esforzaron sólo uno se llevó el premio (los puntos por ganar). Pues hablando de carreras, vamos a ver brevemente en nuestras Biblias algunos consejos que Pablo nos da a nosotros para correr la carrera cristiana y obtener nuestro premio.
Busquemos 1 de Corintios 9:23-27
23Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.
En los versículos anteriores Pablo había estado hablando de todo lo que el hacia con tal de ganar a alguien para Cristo, pero a partir del verso 24 al 27 va a hacer una analogía entre la vida cristiana y una carrea de atletismo
Nuestra Meta: Agradar a Dios, obtener una recompensa celestial (ojo, en este caso no es la salvación, porque esta es un regalo por el cual no tenemos que esforzarnos o luchar por conseguirlo, sino simplemente recibirla por medio de Jesús, Dios ha preparado coronas, premios para aquellos cristianos que lleven vidas consagradas a él.
Nuestra disciplina:
Así como cualquier atleta que quiere estar en forma debe someterse a una disciplina diaria de ejercicios y alimentación, nosotros como competidores en esta carrera cristiana también debemos ejercitarnos diariamente con “la oración”, debemos dedicar un tiempo especial para hablar con Dios, para platicar con él, ¿estamos hablando con Dios diariamente?, espero que si, pero si hasta hoy no lo hemos hecho, este es un buen día para empezar, pidámosle ayuda a Dios para poder hacerlo y hagámoslo.
Nuestra dieta:
En cuanto a la alimentación, ¿Cuál debe ser la dieta diaria del atleta cristiano? Pues no es el diario de hoy, la prensa grafica, o cualquier revista de modas y chambres. Nuestra dieta diaria debe estar sustentada “La biblia” la leche espiritual no adulterada.
No vamos a crecer espiritualmente si no tenemos un tiempo diario con la Palabra de Dios. ¿Cuántos estamos leyendo la Biblia diariamente? – La biblia es la dieta perfecta para estar en forma espiritualmente.
Nuestro Manager:
Todo atleta tiene alguien que lo entrene, en nuestro caso ¿Quién es nuestro entrenador? – El Espíritu Santo, el se encarga de enseñarnos, de guiarnos y de recordarnos todas las palabras que Jesús nos ha dejado en la Biblia. Al igual que los jugadores de futbol se someten a las instrucciones de su entrenador, nosotros también debemos dejarnos guiar por El Espíritu Santo, el es nuestro ayudador.
Comentarios
Publicar un comentario
Si este tema ha sido de bendición para tu vida, déjanos tus comentarios, ¡Nos alegrará saber tí!
También puedes suscribirte a nuestro canal de YouTube y suscribirte a nuestra página de Facebook . ¡Dios te bendiga!