Hace algunas semanas estudiamos Deuteronomio cap. 8 versos del 7-18 que nos hablaba de los peligros de la abundancia, aprendimos que ante las bendiciones materiales, cuando experimentamos periodos de abundancia, el creyente tiene dos alternativas ¿recuerda? – La primera era reconocer que el autor de sus bendiciones es Dios (respondiendo con alabanza y gratitud hacia él, Dt. 8:10), y la segunda (lo que le sucede a la mayoría) es que nuestro corazón se llene de orgullo y nos olvidemos que es Dios quien nos permite alcanzar y gozar de las bendiciones (Dt. 8:14,17). Esta mañana continuaremos la historia y meditaremos en los primeros versos del capítulo 9, al cual he titulado “No es por ti, ni por lo que hagas, es por mi Gracia”. -Comencemos Deuteronomio 9:1 1 Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más ...