Deuteronomio 8: 7-20
Contexto:
La porción en la cual meditaremos hoy forma
parte de los consejos y advertencias dadas por Moisés a la nueva generación de
Israelitas que iban a entrar a poseer la
tierra de Canaán (si usted
recuerda ni el mismo Moisés ni ninguno de
los mayores de 20 años que salieron de Egipto entrarían en la tierra
prometida, a excepción de Josué y Caleb, Núm. 32:11-12). Por eso era necesario
repetir nuevamente y hacer un resumen de
las palabras dichas en los libros
anteriores, con el propósito que ésta nueva generación no se olvide de la ley del Señor. De ahí proviene el nombre del Libro
“Deuteronomio” que en la Septuaginta (Versión griega del AT) equivale a “segunda Ley o repetición de la
ley”.
Antes de
continuar, es importante recordar que cuando usted lee el Antiguo Testamento debe
tener presente la diferencia que existe entre el pueblo de Israel y la Iglesia,
nosotros no somos Israel (no estamos bajo la ley sino bajo la gracia) y existen ciertas promesas o mandatos que eran
específicamente para Israel y no para la Iglesia. Es indispensable tener eso en mente para
hacer una correcta interpretación y aplicación de la Escritura, pero aunque este
texto esté dirigido a Israel, consideramos que las verdades que aquí se
presentan son válidas para aplicarlas a la vida del creyente.
-Las características
de la Tierra la tierra prometida: Dt. 8:7-9
7Porque
Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de
aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; 8tierra
de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y
de miel; 9tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te
faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes
sacarás cobre.
¿Cómo se describe la tierra que Israel
heredaría?
1-Una buena tierra
(fértil, v7) –
Si Dios le iba a dar a Israel una tierra, esta tenía que ser buena (fértil) y esto
no porque ellos la merecieran, sino únicamente por su Gracia y por fidelidad a su
palabra que había quedado comprometida con su amigo Abraham. Dios mismo había pactado darle una tierra a
Abraham y su descendencia (Dt. 9:5,Gn
15:16). – Lo mismo sucede con nosotros,
Dios nos permite alcanzar o recibir cosas buenas no porque nosotros lo merezcamos, sino por su gracia y por fidelidad
a las promesas que nos ha dado en su palabra, así que cuando usted reciba algo bueno
reconozca que no lo merece, sino que es la gracia de Dios manifestándose para con usted.
2-Tierra con agua
abundante (v7).
El agua era y es un bien muy preciado en
el medio oriente (especialmente en tierras áridas), pero no solo allí sino
también en el mundo entero. Actualmente el agua ha llegado a considerarse como “el oro azul”, es tan
valiosa que algunos afirman que la
próxima guerra mundial será por la posesión de ella. Dios le da a
Israel una tierra muy bendecida,
donde una de las necesidades
primordiales para la subsistencia está satisfecha, el agua. Esto contrasta con
la sed que experimentaron mientras
anduvieron en desierto (v15), al punto que en ocasiones
llegaron a quejarse de Dios por eso. – Ahora,
en la tierra prometida no se preocuparían más por el agua, ¡Qué bendición!.
3-Tierra
productiva (v8).
Canaán era una tierra donde todo lo que se sembraba producía, era tierra de
abundantes alimentos, donde no comerían pan con escasez como lo habían hecho en
Egipto y en el deserto. –En la tierra prometida Israel no se preocuparía por el alimento, Dios haría
producir la tierra en todo cuanto sembraran.
4-Riqueza mineral
(v9) “…tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos
montes sacarás cobre”. Adicionalmente Israel también tendría en su tierra minerales valiosos como el hierro y
el cobre. Ellos experimentarían una gran bendición en esa anhelada tierra
prometida, ¡imagínese todo lo que podrían fabricar con esos materiales (utensilios o
herramientas)!.
Pero… ¿Será que
existe algún peligro cuando tenemos comodidad y experimentamos un periodo de
abundancia?
–Pienso que sí.
Cuando un pueblo
es prosperado, teniendo tierra fértil
para cultivar y apacentar el ganado, agua
abundante, olivos para producir aceite, miel
y riquezas en su tierra, llegará al punto que tendrá que elegir una de dos alternativas… o reconoce que es
Dios quien se lo ha dado y expresa su gratitud con alabanza y servicio a él, o se enorgullece y se olvida de Dios. -Una de las dos cosas debe ocurrir.
Lo mismo sucede con todos nosotros, aún con los
creyentes. Cuando Experimentamos bendiciones materiales, cuando la cartera
nunca más anda vacía (antes sólo telarañas y papeles andaba), cuando en el
trabajo somos promovidos a un cargo más
alto, con un mejor sueldo y podemos ir a comer al lugar que nos plazca sin pensar
en la cuenta (como dice la canción), cuando
usted puede comprar la casa o el carro que le guste, cuando su negocio está produciendo
lo suficiente como para darse algunos lujos que antes no podía… tarde o
temprano tendrá que elegir una de esas dos alternativas…
Veamos rápidamente
cada una de las alternativas…
1) Tener una actitud de alabanza, gratitud y reconocimiento hacía aquel que es la fuente de
nuestras Bendiciones
Deuteronomio
8:10 10Y comerás y te
saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá
dado.
Esta es la alternativa más
difícil de elegir y cumplir ¿Por qué? –Porque
en nuestra naturaleza humana somos más sensibles a buscar a Dios cuando andamos
en el desierto (como en el caso de Israel) que cuando tenemos abundancia, somos
más sensibles cuando estamos pasando necesidad y hambre, cuando no tenemos para
pagar las deudas, cuando nos sentimos inseguros (nos están amenazando o extorsionando).
Es natural que busquemos a Dios cuando
estamos desempleados, cuando algún familiar,
un hijo o nosotros mismos estamos sufriendo de una enfermedad… ahí si
buscamos a Dios, no nos perdemos ningún culto, nos quedamos a la oración, tenemos una
actitud más humilde para con Dios y su iglesia.
En necesidad somos sensibles a
Dios, pero en la abundancia tendemos a
olvidarnos de él.
Cuando usted está siendo
bendecido en cualquier área de su vida ¿Alaba a Dios por ello, le demuestra
gratitud, le sirve con alegría, comienza a ser más constante en congregarse y
participar en las actividades de su iglesia?
Si es así ¡Excelente!, no dude que el Señor seguirá mostrando su Gracia
en su vida… pero si no, es tiempo de
meditar y volvernos a Dios, antes que la vida de un giro y nuestra situación
cambie (a veces la aflicción y la escasez son herramientas que Dios utiliza
para bajarnos del caballo y acércanos a él) .Las bendiciones o la abundancia
deben ser motivo de acercarnos más a Dios y servirle ¿Está usted de acuerdo? - Cuando
sentimos que Dios nos ha bendecido, ese es el mejor tiempo para buscarle como nunca antes, y alabarle por su fidelidad (v.
10).
2) Tener una actitud desagradecida y llenarnos de orgullo dejando a un lado a Dios creyéndonos
autosuficientes.
¿Cuántos autosuficientes hay
esta mañana? –Espero que ninguno (ellos no
vinieron al culto).
Deuteronomio 8:11
11Cuídate de no olvidarte de
Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos
que yo te ordeno hoy;
¿Por qué debemos cuidarnos de no
olvidar a Dios? – Porque nuestra naturaleza pecaminosa tiende a usar la
abundancia como excusa para alejarnos de Dios y hacernos creer que no necesitamos tanto de él. Corremos el riesgo de creernos
autosuficientes, ¿Cómo es una persona autosuficiente? Es aquella que ora de vez en cuando (y si lo hace, lo hará superficialmente), no lee la Palabra de forma regular… y mucho menos se congrega (lo hará cuando le
sobre tiempo, cuando no esté cansado/a, o
cuando no se le presente otra actividad más divertida que hacer), esas son
algunas características de los autosuficientes, pero usted y yo si necesitamos
de Dios -por eso estamos aquí esta mañana-
¿De qué debemos cuidarnos?
12no suceda que comas y te
sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13y tus vacas y tus
ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que
tuvieres se aumente;
14y se
enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra
de Egipto, de casa de servidumbre; 15que te hizo caminar por un
desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y
de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16que
te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido,
afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; 17y digas
en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza
Observe como dice Traducción al
Lenguaje Actual (versos del 12 al 17):
12-14 Es fácil olvidarse de Dios cuando todo marcha bien, cuando uno está lleno y tiene de
comer, cuando tiene una buena casa y mucho ganado, oro y plata. Cuando la gente tiene más y más, se vuelve
orgullosa y se olvida de Dios. Por eso, ¡tengan cuidado! No se olviden de
que Dios los sacó de Egipto, donde eran esclavos, 15 y que los
guió por un grande y terrible desierto, lleno de serpientes venenosas y de
escorpiones, y que nada les pasó. No olviden cómo sacó agua de una roca, cuando
se morían de sed y no tenían nada que beber. 16 No olviden
tampoco que en pleno desierto les dio de comer pan del cielo, un alimento que
sus antepasados no conocieron.
»Tengan presente que Dios les envió
todas esas pruebas para bien de ustedes. 17 Si olvidan esto,
tal vez lleguen a pensar que todo lo que tienen y disfrutan lo han conseguido
con su propio esfuerzo
Ahora, déjeme
hacerle una pregunta ¿De dónde proviene todo lo que usted tiene y disfruta? –
Algunos dirán: “de mi propio esfuerzo, a mí nadie me ha ayudado”, “es que yo he
sido listo para los negocios”, “yo me he matado
para llegar a donde estoy”. Si usted piensa así, se ha olvidado que
detrás de cada cosa que usted logra o adquiere está presente la Misericordia y la Gracia de Dios (eso si
usted es un verdadero creyente). Hoy en
día existen muchos cristianos, que aunque conscientemente no digan o piensen que lo que tienen es por su sólo
esfuerzo, sus hechos (la actitud que tienen para las cosa de Dios) deja en
evidencia que quizás se han olvidado quien ha sido el autor de sus bendiciones.
La abundancia
puede llevarnos a lo que dice el verso 14 “… y se enorgullezca tu corazón” . Si
hay algo que Dios deteste es el orgullo. Prov. 6:16-17 16 Seis cosas aborrece
Jehová, Y aun siete abomina su alma: 17Los
ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras
de sangre inocente.
1 Corintios 4:7
7Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y
si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?
Aunque este pasaje se refiere a
los dones y habilidades que Dios ha provisto a sus siervos, también podemos
aplicarlo a todo lo que tenemos o lo que somos. ¿Qué cosa tenemos que no haya
sido recibida de Dios? –Si reconocemos que todo proviene de Dios, no habrá
lugar para el orgullo.
¿Qué podemos hacer para elegir
siempre la primer alternativa y ser
agradecidos con Dios por la bendiciones que recibimos?
V11 -“Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios”. ¿Cómo? No descuidando nuestro
tiempo diario con él (Oración y lectura de la Palabra)… y otra forma de no
olvidarnos es congregándonos regularmente.
V18- “Sino acuérdate de
Jehová tu Dios porque él te da el poder
para hacer las riquezas…”
Ante cualquier bendición
material, acuérdese que es Dios quien le dá la salud, la energía y la
inteligencia para obtenerla. Una forma
de acordarnos de Dios es apartando de cada entrada lo que a él le corresponde.
Honremos a Dios con nuestros bienes.
V10- Disfrute sus bendiciones,
pero no se olvide de alabar a Dios, porque él merece nuestra alabanza, gratitud
y servicio.
-Dios les bendiga
Muy buena explicación.me hizo ver que he olvidado a dios .sin darme cuenta
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